Agua gráfica
Procurar el encuentro en torno a una temática común –como ejercicio colectivo de creación– proporciona un crecimiento en el entendimiento de variados e inimaginables puntos de vista, lo que conlleva la ampliación de la perspectiva individual en las áreas de la percepción y la imaginación.
Este ejercicio ha sido desarrollado históricamente en el Taller 99 desde la creación de la carpeta “El cantar de los cantares” del año 1961, transitando por múltiples temáticas que nos han hecho mirar e insertarnos en los más variados mundos e impensados escenarios desde los distintos tiempos y contingencias. Es así que navegamos por: “Autorretrato”, “Trazos en el abismo”, “Juego de niños”, “Génesis”, “Neruda en la memoria”, “Paisaje”, “Las estaciones”, “Los oficios”, “La mesa”, “La cuchara”, y muchos otros, hasta llegar a convenir en “Agua” como centro de encuentro visual, en plena pandemia y cambio climático.
Entendemos que reunirse en torno al agua es significativamente distinto a hacerlo en torno al fuego; donde las emociones compartidas se supeditan a máximas vitales que determinan la orientación de la reflexión, siendo así que las experiencias individuales que se manifiestan en esta carpeta colectiva, nos han llevado a abordar conceptos más globales de significativa interpretación e íntimas asociaciones que comprenden la transmutación de los estados del agua y su simbolismo para el acontecer de lo humano.
Podríamos con-jugar este ejercicio como una “Travesía” en la “Inmersión” de una “Imaginem vitae” de múltiples “Planos” hacia un “Mar interior” que proyecta el “Suave movimiento” de “Luces en el agua” de un “Sueño sin escasez” ni “Síntomas de deshidratación”; lejos de la “Tempestad” de “Agua y sal” de un “Mar inquieto” y “Rocoso” que cae “A goterones” como “Aguapiedra” de 8 aguas “S/T” sobre “La Venus nacida del agua” en la “Soledad” y “Transgression” de “La sed de Ángel”, que nos recuerda “La carta al agua” de “Alfonsina”, donde “Ella ya es agua“, “Agua“, “Agua“; “H2O”.
Por su parte la “Neblina al amanecer” sobre el “Bosque nevado”, donde “Recoge las aguas el río” de la “Pachamama” en un fundir de “Agua, cielo, rocas”, nos inserta en nuestro “Sur” de “Rupanco” o “Puyehue a las 8”, que conforta como “Agüita de hierbas” o como “Aguatina” en “La tinada”.
Compartimos con mucha alegría esta muestra, que fluye desde el valle hacia la costa, con los amigos y colegas de CasaPlan –cómplices en la difusión y extensión del oficio del grabado–, en la esperanza que, al igual que sucede con el agua, brote energía de vida y todo lo inunde.
Rafael Munita